martes, 16 de marzo de 2010

Repsol Mata

Resistencias sobre el pozo: todos contra Repsol


Repsol-YPF, opera en 32 países, ganó en 2004 casi 2.000 millones de Euros y tenía casi 5.000 millones de barriles en sus reservas.

Mediante la compra de acciones, intercambio de activos o privatizaciones agresivas, Repsol ha extendido sus patas en todo el planeta. Algunos países como Guinea Ecuatorial, Nigeria, Sierra Leona en plena guerra o con dictaduras militares. De América Latina, donde está en casi todos los países, es de donde nos llegan más noticias de conflictos.

La presencia de Repsol en los países donde opera es parasitaria. No sólo saca de sus fronteras materia prima a muy bajo costo dejando pasivos ambientales irreversibles, también vende a estos mismos países hidrocarburos a precios internacionales. Sus enormes beneficios la posicionan por encima del Estado, en cuanto a capacidad de inversión en las regiones petroleras. En la práctica, el poder que tienen se convierte en impunidad de acción. Los estados no tienen medios para controlar a las petroleras, pero estas, disponen de mecanismos internacionales para proteger sus inversiones, como la OMC y las embajadas de los países que albergan las casas matrices de las compañías.

Voces de resistencia

Las concesiones, son contratos entre empresa y gobierno para explorar hidrocarburos a lo largo de extensas áreas de tierra y explotarlos en las siguientes décadas. Las poblaciones locales son ignoradas, o sólo consultadas para rellenar un Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental.

Las compañías petroleras han aprendido estrategias corporativas para seducirlas, engañarlas o silenciarlas. Normalmente ocurre los primeros años. La desinformación y aislamiento de las comunidades ayuda. Pero cada vez son más y mejor organizadas las resistencias que generan los proyectos de Repsol en los territorios que afecta.

Las denuncias

Son muchas las denuncias por atropellos sociales y delitos ambientales, pero muy pocas las que son encauzadas en trámites judiciales. Las Autoridades Ambientales Competentes existen en el papel, pero en la práctica son familiares de políticos y están financiados por el Banco Mundial o las propias empresas petroleras.

Los juicios

Repsol se enfrenta a varios juicios que pueden alentar a que salgan más. Hasta ahora, los procesos son muy lentos y costosos de mantener. Desde una comunidad no es fácil enfrentarse al buffet de abogados de Repsol. Sin embargo, los juicios dan muy mala imagen a quien depende mucho de ella.

En Argentina, las comunidades mapuches Kaxipayiñ y Paynemil se enfrentan a Repsol ante la justicia(1). Otro juicio en este mismo país, esta vez con resolución firme en 2005 de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, mantiene la prohibición de explotar hidrocarburos en la reserva de Laguna Llancanelo. Este es un precedente que puede sentar jurisprudencia para frenar la entrada de Repsol en las numerosas áreas protegidas donde tiene concesiones.(2)

La defensa del Territorio

Las operaciones de Repsol invaden territorios indígenas en varios países. Sólo en Bolivia, 17 Territorios Comunitarios de Origen y 7 Áreas protegidas son afectadas. Los Contratos petroleros son extensos –hasta 40 años- y obligan el desarrollo de los campos. Así, por no perder los bloques, las petroleras ejecutan los proyectos de exploración sísmica y perforan varios pozos exploratorios, como mínimo. Aunque al final los bloques no sean productivos, en el camino a la decisión, la compañía habrá modificado las condiciones de vida en las comunidades locales: apertura de accesos, contrato de mano de obra, prostitución en los campamentos, contaminación de aguas...

La comunidad guaraní de Tentayapi (Bol.) expulsó a Repsol de
su territorio en 2004. Todavía resisten

Las poblaciones locales, tanto indígenas como campesinas se oponen cada vez más explícitamente a la entrada de las petroleras. En Colombia, los U´was amenazaron con el suicidio si ingresaba el consorcio Occidental-Repsol a sus territorios sagrados(3).Visto el panorama, parece que Repsol agotó la etapa de “camisetas y espejitos” en cuanto al Relacionamiento Comunitario. Si quiere operar en sus bloques antes que finalice el contrato, le esperan tres décadas de resistencia indígena.

Los reclamos de nacionalización

En 1999 Repsol adquirió bien barata YPF de Argentina, ahora 67 años después organizaciones sociales como el Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (MORENO) o el Nuevo Proyecto Energético Latinoamericano (4) militan por la recuperación de la empresa estatal y Renta Petrolera que generaba. En los tribunales de Chubut y Buenos Aires, ex Trabajadores de YPF pretenden declarar nula la compra de Repsol a YPF y denuncia la corrupción e impunidad con la que se efectivizó la privatización de YPF.

Piquetes y Bloqueos

En Bolivia, los episodios del Octubre negro de 2003, con 67 muertos y la destitución del presidente que pretendía dejar que Repsol exporte gas a Estados Unidos, marcó el inicio de un proceso nacional hacia la recuperación de los yacimientos de gas y petróleo. Repsol-YPF está en medio del fregado por beneficiarse de la privatización de Andina S.A, una de las dos empresas resultantes de la entrega de la estatal YPFB. En 2005, un nuevo repunte de movilizaciones colapsó de nuevo el país con la consigna nacionalizadora. Cuando en diciembre, el MAS ganó las elecciones con promesas de nacionalización, Repsol aprovechó ese momento para rectificar su declaración de reservas en Wall Street en un 25% menos. Repsol había estafado a sus accionistas y los medios de prensa culpaban su caída en la bolsa a Evo Morales.

La toma de pozos

Es una media extrema que pone en jaque a las petroleras. La toma de pozos, cortar el acceso a los campos petrolíferos o el cierre de válvulas de ductos convierte a los protagonistas en un peligro económico de primer orden. Cada vez más comunes, con la toma de instalaciones se han logrado resultados dispares: desde la represión (comunidad mapuche Lonko Purran en 2004 o el paro cívico de Sucumbíos, 2005) a la negociación y concesión de demandas (movilizaciones de la UTD de moscón, Argentina en Campo Durán).


Lonko Puran (Arg.) invadida con 150 pozos
de Repsol en su comunidad

Las petroleras reaccionan con nerviosismo a este tipo de acciones, empujando a los estados de hacer uso de la fuerza (represión en el Chapare, Bolivia) o contratando grupos de seguridad privados (como los paramilitares en Colombia). De todos modos, en estas acciones es cuando la petrolera se vuelve vulnerable. Bastan 15 campesinos con palos para hacer perder millones de dólares cada día.

Las campañas de boicot

Una estrategia todavía no muy trabajada que da al consumidor un poder insospechado: las corporaciones tiemblan al escuchar su palabra. Ante el boicot, las compañías reaccionan con una agresiva campaña de imagen corporativa, pero sucede, que los hechos son más fuertes que las mentidas. En el boicot, es útil identificar los productos de la compañía así como también los bancos accionistas. Algunos ejemplos (boicot a Shell por el hundimiento de una plataforma en el mar del norte, o a la Total-Fina-Elf por el derrame del Erika) muestran que el boicot va más allá de no consumir una marca. Plantea dilemas al consumidor sobre cómo salir de la petro-dependencia.

La articulación entre consumidores y afectados

Para vencer las barreras informativas y las distancias, se tejen redes de resistencia entre las poblaciones afectadas por explotación directa y los alejados consumidores del norte, que a su vez, están cerca de los centros de poder de las compañías. La solidaridad ante las injusticias debe trascender la denuncia. Es necesario articular campañas públicas para romper el silencio mediático que les garantiza la impunidad petrolera. Contagiar la mala conciencia del consumidor, advertir a los accionistas de sus negocios irresponsables. Presionar a las empresas petroleras y a los gobiernos que las amparan y, sobretodo, aprender a vivir sin ellas.



Notas:

1. En marzo de 2002 presentaron una demanda de 445 millones de dólares a Repsol para que reparare los impactos a la salud psico-física, la fauna, la flora y la cultura de sus comunidades.

2.Un Ojo en la Repsol

3. En Ecuador, 6 nacionalidades del oriente amazónico declararon en 2002 sus territorios intangibles. En Perú, la Declaración de Atalaya (2005) une a los pueblos indígenas Ashaninka, Asheninka, Shipibo Konibo, Nawa, Amawaka, Yine en la resistencia al ingreso de petroleras en su territorio. En Bolivia, la comunidad Tentayapi no deja entrar ni un palmo a Repsol en su tierra y la Asamblea del Pueblo Guaraní del Territorio Itika Guasu declararon el ingreso de Repsol ilegal e inconstitucionales.

4. contactos: www.info-moreno.com.ar y nuevoproyectoenergetico@yahoo.com.ar

1 comentario:

  1. Hola, som un grup d'estudiants de la URV que volem realitzar un reportatge televisat sobre els efectes de la petroquímica de Tarragona en la salut de la població del voltant. Ens agradaria poder posar-nos en contacte amb alguna plataforma com la vostra per recollir la seva opinió. Com ens podriem posar en contacte?

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